El 15 de julio de 2024, el mundo de Sabrina Studer cambió para siempre cuando le diagnosticaron un craneofaringioma, un tumor cerebral poco frecuente. Ante un diagnóstico que le cambió la vida, Sabrina ha seguido siendo una luz radiante, encarnando la esperanza, el coraje y un inquebrantable entusiasmo por la vida.
Sabrina, cariñosamente apodada la "Princesa de la Naturaleza", hace honor a su título cada día. Su amor por el aire libre, el sol y toda la belleza que ofrece el mundo es contagioso. Con un don único para difundir alegría, Sabrina hace que todo el mundo se sienta especial, a menudo sorprendiendo a extraños con cumplidos sinceros que dejan una impresión duradera. Su positividad y calidez tienen un efecto dominó, iluminando las vidas de todos los que conoce.
Su trayectoria ha sido extraordinaria. Incluso ante retos inimaginables, el espíritu de Sabrina ha permanecido inquebrantable. Apenas dos días después de su diagnóstico, fue operada y afrontó la experiencia con la gracia y el humor que la caracterizan. Cantó "They see me rolling, they hating..." mientras la llevaban en silla de ruedas al quirófano e insistió en que cada miembro de su equipo quirúrgico llevara una de sus pulseras de la amistad hechas con cariño, un gesto que puso de manifiesto su increíble consideración y valentía.
A pesar de su positivismo, la trayectoria médica de Sabrina no ha sido nada fácil. Estabilizar sus niveles de sodio ha sido uno de los retos más complejos a los que se ha enfrentado el Boston Children's Hospital y ha requerido semanas de cuidados intensivos. Ver a Sabrina soportar estas dificultades fue a la vez desgarrador e inspirador para su familia, ya que luchó con una resistencia inquebrantable.
Las pruebas mensuales de sodio han sido un calvario doloroso y agotador para Sabrina. Sus venas son de difícil acceso, lo que convierte cada visita al laboratorio en una experiencia larga y traumática. Para una niña que ya ha sufrido mucho, estas citas han sido una fuente constante de ansiedad y malestar.
Pero gracias a la Fundación Raymond A. Wood, la vida de Sabrina ha dado un giro extraordinario. Con el regalo de un analizador de sangre portátil, Sabrina ahora puede analizar sus niveles de sodio en casa. Este aparato es mucho más que una comodidad: es un salvavidas para Sabrina y su familia.
Para Sabrina, significa menos agujas, menos dolor y más tiempo para ser simplemente una niña. Para sus padres, significa la tranquilidad de poder vigilar de cerca su salud y actuar con rapidez en caso necesario. Este dispositivo cambia las reglas del juego, ya que da a Sabrina la libertad de centrarse en las cosas que le gustan: repartir alegría, maravillarse con la naturaleza y abrazar la belleza de la vida.
La historia de Sabrina es una historia de coraje, resistencia y amor sin límites. Es una guerrera, una superviviente y un brillante ejemplo de lo que significa encontrar la luz incluso en los momentos más oscuros. A través de su viaje, ha enseñado a su familia -y a todos los que la conocen- el verdadero significado de la fortaleza.
Estamos profundamente agradecidos al equipo que atiende a Sabrina en el Boston Children's Hospital, cuya experiencia y dedicación han sido inestimables. Y a los donantes que hacen posible que familias como la de Sabrina tengan acceso a dispositivos que cambian vidas, les damos las gracias de todo corazón.
El viaje de Sabrina nos recuerda a todos que debemos encontrar la alegría en las pequeñas cosas, difundir la bondad allá donde vayamos y no perder nunca la esperanza. No es solo nuestra "Princesa de la Naturaleza", es una inspiración para todos nosotros.
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